A continuación, destacaré los principales puntos que se desarrollan en el artículo La importancia del diagnóstico e intervención temprana para el desarrollo de los niños sordos. Los programas de detección de la hipoacusia, escrito por Monsalve y Núñez en la Revista Intervención psicosocial en el 2006.
La facultad del lenguaje es un
elemento particularmente interesante de la capacidad cognitiva. Así pues, el lenguaje
es una herramienta tan potente que su mal funcionamiento afectará negativamente
a toda la economía cognitiva. Es por este motivo, que la detección precoz y el
diagnóstico resultan tres factores esenciales para evitar el empobrecimiento
cognitivo de las personas sordas:
1. La puesta en marcha, desde hace
algunos años, de programas de detección
y diagnóstico precoz que permiten diagnosticar
a los bebés sordos antes de los 6 meses de vida.
2. Un tratamiento clínico inmediato. Sin ninguna duda, el espectacular avance de los implantes cocleares ha
supuesto un cambio definitivo en la intervención de la hipoacusia neurosensorial
profunda bilateral.
3. Estimulación auditiva precoz e intervención logopédica lo más tempranamente
posible.
Los tres factores anteriormente
aludidos, correctamente ensamblados, adecuadamente ajustados, suponen el aprovechamiento del periodo crítico auditivo,
un concepto ligado a recientes investigaciones y unánimemente aceptado, que
indica que el periodo de mayor plasticidad
auditiva se ciñe a los seis primeros años de vida (y especialmente a los
tres primeros).
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