El contar
historias es una de las intervenciones terapéuticas que han probado tener algún
beneficio en el autismo. La motivación para utilizar la narración de historias
es la de facilitar conocimientos del idioma y aumentar la atención en los niños
con autismo. Estos nobles objetivos tienen que superar un escollo importante:
como mantener a un niño con autismo interesado y alerta en un salón de clases.
Es por esto que los maestros usan accesorios, tarjetas, canciones y
dispositivos técnicos tales como iPads durante la narración, de lo contrario,
la narración de cuentos por sí mismo, sin los apoyos, probablemente resultaría
decepcionante para tanto el estudiante como el profesor.
En cuanto a los
beneficios de la narración de historias, éstas requieren el uso del lenguaje,
la memoria, e incluso un sentido de sí mismo (Teoría de la Mente). El hecho que
una persona pueda hablar de sí misma desde una perspectiva externa (es decir,
mirando desde el exterior) denota tener Teoría de la Mente. Los niños con
autismo también tienen su propio túnel de realidad y pueden moldear su relato
de acuerdo a experiencias pasadas y creencias previas. Un profesor de apoyo
puede utilizar la narración para ayudar a la socialización de niños con
autismo. Así pues, Casanova recomienda sobre todo las historias que tienen un
tema de redención y dan oportunidad para el crecimiento personal.
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